domingo, 24 de noviembre de 2013

Una noticia polémica y una lección fundamental de psicología holandesa


Lo han vuelto a hacer. Una vez más los holandeses han conseguido colarse en la prensa internacional con una de sus ideas de barrabás. Y como suele suceder, mientras aquí el asunto en cuestión pasa sin pena ni gloria, los medios de comunicación foráneos lo exageran y aderezan con grandes dosis de polémica. Imaginaos que, a pesar de que lo que dice la noticia está sucediendo en un parque a menos de un kilómetro de mi casa, ni siquiera me hubiese llegado a enterar de no ser por los informativos de telecinco, que la pasada semana publicaron el siguiente titular: "Ámsterdam emplea como barrenderos a alcohólicos y les paga con cervezas. Por 18 horas a la semana reciben cinco latas de cerveza y la mitad de un cartón de tabaco".

domingo, 17 de noviembre de 2013

Celebrando el pakjesavond, la pseudo-nochebuena holandesa dedicada a Sinterklaas


En una ocasión, hace ya muchos muchos años, mi padre recibió el siguiente mensaje en su teléfono móvil:

Bajando por la escalera
le pisé la cola al gato
entonces me di cuenta
que hoy era tu santo

Esta obra cumbre de la lírica hispánica no procedía de su sobrino de diez años sino de un compañero de trabajo de su misma edad, es decir ya talludito, al que llamaremos Juan Alberto. Tan jocosos encontramos mi hermano y yo el surrealismo del poema y la mente privilegiada de la que surgía, que cuando llegó la navidad decidimos felicitar a Juan Alberto, desde un número anónimo, de la forma que él se merecía.

Paseando por la era
me encontré con un rebaño
que baló que te dijera
Juan Alberto feliz año

La cosa era demasiado graciosa para abandonarla sin más en ese punto. Así que al año siguiente repetimos faena y desde entonces no ha habido navidad en la que Juan Alberto no haya recibido su felicitación anónima de rigor (menuda decepción se va a llevar si algún día descubre quienes eran sus misteriosos felicitadores). El estándar ha sido siempre mandar cuatro versos con rima ABAB preferiblemente empezando con -era que puedan encajarse en un mensajito de móvil y, a ser posible, con la métrica un poquito más cuidada que en el original de Juan Alberto. Conforme pasaban los años y más gente se unía a la elaboración de los mensajes, éstos se tornaban cada vez más rebuscados y surrealistas:

Robándome la cartera
un chacho en la pubertad
rajaba a quién no dijera
Juan, ten feliz navidad

Sin embargo, durante todas las navidades que pasé componiendo estos poemillas de tradición propia, jamás imaginé que estaba sin saberlo siguiendo otra tradición navideña mucho más antigua: Los poemas de sinterklaas en Holanda, país al que, por esas extrañas vueltas que da la vida, me mudaría en el futuro.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Algunos blogs que ya no están y otros que, por ahora, seguimos estando


Escribir un blog es cansado. Supongo que existe gente a la que le sale con fluidez, con naturalidad. A mi no. Cada artículo, hasta el más tonto, lleva detrás un proceso de elaboración e infinidad de relecturas hasta que sale a la luz. Pero también está la otra cara de la moneda: una vez superado cierto umbral esto de escribir se torna tremendamente adictivo. Vas en el metro por la mañana recitando mentalmente futuros pedacitos de blog y a la mínima anécdota que te cuentan el primer pensamiento reflejo que atraviesa tus circuitos neuronales no es otro que: ¡Anda, esto para el blog!

sábado, 2 de noviembre de 2013

Si no lo sabes pregúntaselo a google (III)


Ya casi vamos a cumplir dos años y eso se nota. Los seguidores y el número de visitas diarias crecen poquito a poquito (aunque no los clics en los anuncios que en teoría deberían darme unos dinerillos, qué le vamos a hacer). Otro hecho significativo es que mirando las búsquedas muchas veces encuentro ya el nombre del blog. Es decir que existe gente que lo recuerda y a propósito vuelve a escribir su nombre en google para visitar de nuevo este rinconcito de internet. Que esto esté sucediendo no deja de ser satisfactorio, no nos vamos a engañar. Mas sin embargo me ha llevado a darme cuenta de que el nombre del blog, escogido de improviso y que ya nunca se cambió, es en realidad malo malo. ¿Por qué? ¡Porque pocos son los que atinan! Para muestra unos ejemplos de lo que buscó alguna gente que en mi opinión intentaba llegar hasta aquí:

El más usado: vivir en holanda y no perderse por el camino

Una opción más minimalista: holanda y no morir en el intento

La extraña fusión de ambos: holanda no perderse en el intento

Una variación todavía más rara: vivir en holanda y no en el intento

Una interpretación pero que muy libre: como hablar holandes gratis y no perderse

Y mi favorita: como viajar a holanda y no perderse en el tiempo


Sin perdernos más en el intento y mucho menos quedarnos a vivir en él, vayamos ya a repasar las búsquedas más llamativas del último semestre.